De la infinidad de inventos y nuevas tecnologías de generación eléctrica limpia, uno de los más innovadores, no tanto por su técnica, si no por su imponente estructura, es sin duda alguna, la denominada Esfera Solar.
Hace algo más de un año, a todos nos sorprendía encontrarnos con imágenes de esta enorme lupa en diversos artículos científicos en destacadas páginas de divulgación medioambiental.
Un ambicioso proyecto que enumera diferentes ventajas a la hora de compararlo con el panel fotovoltaico tradicional.
La combinación es sencilla, vidrio, agua y pequeños dispositivos fotovoltaicos. Una esfera, que será la encargada de conducir los rayos solares hacia la instalación de los paneles, y el agua hará que amplifique la intensidad de la luz recogida. La técnica de concentrar la luz en un punto mediante una lente, es de sobra conocida, con el añadido de células fotovoltaicas, este proyecto lo lleva a la generación eléctrica.
Una evolución mejorada, podría llevarnos a la inclusión de estas esferas como parte decorativa en diversas construcciones o a la fabricación de paneles que utilicen pequeñas esferas de la misma fabricación, para cristaleras o ventanas…
A inspiración del proyecto citado, suena a lo que meses después apareció en más medios digitales, también compitiendo en la lucha para la sustitución de los, ya poco novedosos paneles.
El llamado Globo Solar, captadores hinchables y de material flexible que concentran de igual forma los rayos de luz en dispositivos fotovoltaicos, montados sobre estructuras suspendidas para su adecuación en cualquier localización.
Destacan de igual forma por el aumento de energía producida según el área de captación, y a su vez, la protege de los efectos externos por su cobertura plástica.
Ambos proyectos comparten una serie de ventajas, como el ahorro en coste de material y obra civil para su construcción, mayor eficiencia, menor impacto ambiental, mayor concentración de los rayos solares, colocación tanto individual como en campos solares, mejor uso del suelo para otros fines, aplicación a la mejora estética en construcciones sostenibles o en áreas destinadas a edificaciones de oficinas, centros de ciudades…
A debate saltan pronto profesionales y usuarios en referencia al coste vs amortización por la energía generada, infraestructuras de soporte, material de fabricación… todos ellos con razón y mucha, está claro que se está muy lejos de todo tipo de proyectos sin viabilidad económica, pero a la vista de los avances en materia de renovables, podemos decir que sí que nos acercamos (aunque sea lentamente) a un nuevo modelo basado en tecnologías limpias.
Ana Belén Peña, experta en Energías Renovables
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