Como lograr tus objetivos de marketing: la planificación natural

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Sin planificación natural no hay marketing

Desde hace años, los expertos el mundo de la productividad empresarial nos han brindado multitud de propuestas para sacar adelante nuestros proyectos de manera eficaz. Dichos expertos inciden en que es necesario establecer un sistema de planificación natural para conseguir objetivos (y aplica también para los objetivos de marketing). De hecho, plantean que cualquier sistema de gestión de proyectos que deje de lado el sistema de planificación natural genera estrés.

Pero…¿Qué es eso de la planificación natural? Como señala David Allen en su libro “Organízate con eficacia”, la planificación natural de proyectos es el sistema que aborda los mismos en la forma en que lo hace el cerebro de manera automática. Efectivamente, nuestro cerebro sigue siempre los mismos e inequívocos pasos para realizar todos los proyectos necesarios de nuestra vida, desde acudir al médico hasta construir el puente más grande del mundo.

Por lo anteriormente expuesto, se comprende lo introducido al principio de este post, en el sentido de que todo lo que no sea planificación natural, el cerebro simplemente no lo entiende y provoca estrés. Si comienzo un proyecto profesional por el final, si soy director de un grupo y propongo un proyecto y lo comunico sin seguir las fases naturales, ya sabemos a lo que nos exponemos: conflictos múltiples, tensiones y mucho estrés.

Esto que en el mundo de la productividad empresarial es importante, muchas veces no lo hemos interiorizado en el mundo del marketing. Mi experiencia como profesor y conferenciante, es que muchos proyectos poseen una gran calidad técnica, pero -en cambio- adolecen de una organización adecuada en lo que se refiere a su planificación.

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Fases para lograr tus objetivos de marketing

Pasamos ahora a comentar cuales son las fases de la planificación natural de proyectos y cómo podemos aplicarla al marketing. Dicha planificación se compone de las siguientes fases:

Definir propósitos y principios: esta fase es la que considero más importante, dado que orientará las estrategias a implementar en nuestras acciones orientadas al alcance de objetivos de marketing. La pregunta esencial aquí es el “para qué”. Muchas veces, el tiempo termina por confundirnos y cuando valoramos una acción o campaña de pésimos resultados nos damos cuenta de que no comenzamos por seguir los primeros pasos: la finalidad y el objetivo de esa acción.

Visualizar los resultados: Los clientes nos exigirán alguna aproximación del retorno de la inversión y es preciso realizar un escenario aproximado. La frase tradicional que he oído muchas veces como cliente de “bueno, el cálculo de los resultados es muy difícil, pero desde luego la campaña va a ser muy positiva”, siempre me ha sonado al timo de la estampita. Un profesional que conozca el producto, el canal y la táctica, debe ser capaz de ver los resultados aproximados de una campaña y debe saber transmitírselo al cliente. Además, recuerda que no hacerlo genera estrés (al cliente claro).

Generar lluvia de ideas: lo más contrario al marketing es la falta de creatividad. De hecho, la lluvia de ideas expresada -por ejemplo- en un sistema de mapas mentales, es imprescindible para mantener fresca tu creatividad en todos tus proyectos. Las campañas repetitivas que se lanzan como “conservas en lata” una y otra vez son uno de los motivos por los que una agencia comienza a morir. Recuerda, las ideas nuevas son fascinantes y necesarias en el marketing.

Organizar: aquí es donde la técnica tiene su lugar. Ser técnicamente bueno es decisivo para lanzar una campaña PPC o definir una estrategia de contenidos. El problema es que muchos proyectos comienzan con la técnica sin haber respetado las 3 fases anteriores, por lo que tienen muchos puntos de alcanzar unos resultados mediocres e incumplimiento de objetivos de marketing.

Las acciones siguientes: centrarse en la técnica y despreciar las acciones siguientes sólo funciona a medias en proyectos de andar por casa. Para triunfar y conseguir objetivos hay que pararse y medir. El trabajo de medición y valoración supone organizar las acciones siguientes desde una perspectiva tradicional.

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Si piensas que la planificación natural aplicada al marketing es esencial para los proyectos en esta área estás de enhorabuena. Estoy a tu disposición. Adelante!