Si sois usuarios habituales de Instagram, habréis podido observar, especialmente en los últimos días, algunos anuncios entre la lista de imágenes de personas y marcas a las que seguís. La app fotográfica ya incluía publicidad para algunas marcas desde hace unos años pero no ha sido hasta ahora que se ha generalizado. En España algunos anunciantes han podido insertar ya sus mensajes en la red social. A fecha de hoy más de 200 países pueden incluir spots de sus marcas en Instagram y en breve se abrirá a casi todos. Está claro que la publicidad en Instagram ha llegado para quedarse.
Instagram, siguiendo con la línea estratégica de Facebook
En una red, caracterizada hasta ahora por su sencillez y limpieza y que además está en crecimiento imparable, con más de 400 millones de usuarios en todo el mundo (más que Twitter), la inclusión de spots publicitarios debe ser una decisión muy meditada y estratégica. No podemos olvidar que detrás de Instagram está el gran gigante de las redes: Facebook que cuenta con una amplia base de datos para segmentar la publicidad y concretar los nichos de mercado. Es decir, que los spots que verás en tu cuenta de Instagram, no serán aleatorios sino que probablemente se acerquen bastante a tus gustos, a la temática de las cuentas que sigues o de tus “me gusta” de Facebook.
¿Opiniones a favor o detractoras con la publicidad en Instagram?
Con todo, esto no ha impedido que se levanten algunas voces críticas de usuarios sobre lo intrusivo o argresivo de la publicidad en esta plataforma que hasta ahora se mantenía al margen de acciones de marketing tan directas, al menos en España.
Pero cabe preguntarse si la colocación de spots crea realmente un feedback negativo, destruye engagement de los “igers” o puede ser una oportunidad para descubrir nuevas marcas con potencial para convertirse en “lovemarks”. En mi caso, los últimos post patrocinados, que se han “colado” en mi cuenta han sido vídeos y sólo uno ha logrado captar mi atención. Se trata de un trailer cinematográfico que me ha interesado ver y tras lo cual he comenzado a seguir la cuenta de la productora en español. Una oportunidad para captar a un usuario afín e interesado en esta temática, como yo.
Por tanto la publicidad en Instagram no tienen por qué afectar a sus usuarios más fieles y además suponen una oportunidad de oro para la compañía ya que se estima que para 2017 Instagram ingrese por publicidad global unos 600 millones de dólares.
Las quejas de usuarios en la red por los cambios en su estrategia de marketing tampoco son nuevas. Se remontan a diciembre de 2012 poco después de su compra por parte de Facebook. Por aquel entonces Instagram tuvo que salir al paso para desmentir que los anunciantes fuesen a usar fotos y datos de los usuarios. Menos de un año después, en noviembre de 2013, llegaba a Instagram el primer anuncio publicitario, la fotografía de un reloj del diseñador Michael Kors. A pesar de las primeras reacciones negativas de usuarios que se declaraban molestos por la acción, la cuenta de la marca ganó 34.000 nuevos seguidores en las siguientes 18 horas.
Las ventajas de hacer publicidad en Instagram
Por tanto con una estrategia publicitaria bien segmentada y bajo parámetros de calidad, sencillez y respeto al usuario que usa Instagram, los post patrocinados ya sea en forma de imagen o vídeo corto, pueden suponer una nueva vía de comunicación visual y de engagement con el usuario tipo de Instagram. Es un reto y una oportunidad en el que la compañía no debe olvidar la filosofía particular de esta red social, sencillez, rapidez, espontaneidad y simplificación. Partiendo de esta base, los sectores que pueden encontrar una oportunidad en Instagram serán mayores (por el momento abundan las marcas de moda y belleza) pero es posible que en un futuro hasta los candidatos electorales encuentren sus 30 segundos de gloria en Instagram.
¿Y vosotros qué opináis como usuarios de esta red? ¿Os sentís agredidos por los post promocionados o creéis que servirán para enriquecer el feedback de la app fotográfica?
Marcos Nebreda López, Periodista 2.0 Consultor de comunicación corporativa e institucional y alumno del Máster de Marketing y Comunicación Digital de IMF Smart Education.
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Buen artículo! Como usuaria habitual de Instagram, claro que prefería que no hubiera publicidad, pero creo que para las marcas puede ser una gran oportunidad si lo hacen bien. De momento, los anuncios que me he encontrado encajan bien con el perfil de la red y no me resultan intrusivos o molestos, de hecho, en alguna ocasión no me he dado cuenta a primera vista de que era una publicación patrocinada, hasta que vi el logo de “publicidad”.