La mayoría de las empresas que han apostado por el cuidado de los factores psicosociales en su organización son aquellas donde los empresarios han constatado una relación directa en el aporte de valor en distintos aspectos como mejora de la imagen empresarial, organización saludable, el aumento de productividad, la disminución de la siniestralidad, así como el aumento en el retorno de la inversión.
Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo “los riesgos psicosociales afectan de manera notable a la salud de las personas, de las organizaciones y de las economías nacionales, y suponen cerca de la mitad de todas las jornadas laborales perdidas”.
Sin embargo, muchos empresarios aún no han visto la relación directa en el rendimiento económico que puede suponer el invertir en prevención psicosocial.
¿A qué puede ser debido?
Se constata la existencia de diferentes reticencias:
- Desde el punto de vista del empresario: por no querer iniciar un proceso donde se reivindiquen otro tipo de solicitudes, por aportar datos comprometedores para la empresa, por considerarse un gasto, etc.
- De los técnicos de PRL: por falta de iniciativa debido al desconocimiento del proceso de evaluación considerándolos estudios con dificultad a la hora de identificar los factores psicosociales, así como proponer medidas preventivas, complejidad por el manejo de distintas herramientas informáticas para el análisis de los datos, dificultad al interpretar resultados).
- De los trabajadores: falta de participación e implicación por desconfianza o desconocimiento de lo que son los factores psicosociales, por resistirse a iniciar un proceso de cambio a la hora de implantar medidas preventivas que puedan afectar a las metodologías de trabajo ya consolidadas, incertidumbre en los objetivos o finalidad, etc.
¿Qué ventajas aporta el cuidado de los factores psicosociales?
Promover una cultura preventiva frente a los riesgos psicosociales beneficia a todos los integrantes de la empresa y supone una herramienta fundamental para incrementar la productividad y competitividad de las empresas, mejorar la imagen empresarial, cumplir con un requisito legal, reforzar la consulta y participación de los trabajadores y, por supuesto, favorecer el grado de satisfacción y motivación de todos ellos, ya que se prima el factor humano y social en el ambiente laboral.
¿Cómo inculcar su importancia, estudio y cuidado en la organización?
Con objeto de eliminar barreras y reticencias, lo mejor es dar a conocer a todos los trabajadores aquello que se desconoce, dado que lo que no se conoce no se puede identificar, lo que no se puede identificar, no se puede gestionar; y lo que no se puede gestionar, no se puede mejorar.
Se debe poner el foco, no en la dimensión de gestión técnica y colectiva de los trabajadores y centros de trabajo, sino en la gestión individual y humana del trabajador integrado en la organización y en el trabajo como entorno social y saludable.
¿Cuál es la mejor opción?
Tal como establece Deming en dos de sus 14 puntos para alcanzar la calidad total en las empresas a través de la mejora continua, es imprescindible un plan formativo que mejore la capacitación dentro del trabajo.
Sólo puede aportarse valor en una organización a través de la especialización o cualificación técnica, de tal forma que el técnico sepa identificar los factores psicosociales de riesgo que pueden dar lugar a riesgos psicosociales, proponer medidas preventivas e integrar su implementación en los procesos existentes, teniendo en cuenta como factor prioritario el humano.
Para ello, desde AFFOR, la Cátedra de PRL de la Universidad de Sevilla e IMF Business School, proponemos un programa exhaustivo y especializado de Cualificación Técnica en Factores Psicosociales para darlos a conocer, cómo se originan, cómo identificarlos, cómo evaluarlos, cómo realizar e implantar una planificación preventiva, para dotar de herramientas tanto a directivos como técnicos de PRL, mandos intermedios, miembros del comité de seguridad y salud, delegados de prevención, etc.
El enfoque es eminentemente práctico, con la incorporación en las sesiones presenciales de múltiples ejemplos, casos prácticos, dinámicas de grupo, aplicaciones en ordenador, etc.
Sólo con la cualificación técnica especializada puede conseguirse la excelencia empresarial, que puede suponer también para el técnico de PRL una ventaja competitiva en términos de oportunidad y calidad para conseguir la excelencia profesional.
Ventura Pérez Mira, Coordinadora Técnica de la Cátedra PRL de la Universidad de Sevilla.
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