Los datos que demuestran los pocos avances en igualdad de género

Pocos avances en igualdad de género

El INE ha publicado por primera vez la Encuesta de Inserción Laboral de Titulados Universitarios, que tiene como objetivo proporcionar información sobre diversos aspectos del proceso de transición de la universidad al mercado laboral de la cohorte de titulados universitarios del curso 2009-2010.

Tasa de actividad por sexo

En la citada encuesta, realizada entre tituladas y titulados, vemos que la tasa de actividad, es decir, la búsqueda activa de empleo, era un punto superior para los hombres, 94,2% frente al 93,2% de las mujeres. El 75,6% de las personas que se titularon en 2010 estaban empeladas en 2014, de éstas, el 78,0% eran hombres y el 74,1% eran mujeres. La tasa de paro era del 20,5% para las mujeres y del 17,2% para los hombres.

Como podemos ver en el gráfico, las mujeres tienen una tasa de actividad inferior a la de los hombres en un punto, la tasa de empleo es 3,9 puntos inferior, pero la tasa de paro es 6,7 puntos más alta en las mujeres.

Tasa de actividad entre hombres y mujeres
Elaboración propia a partir de datos del INE

 

 

 

 

Es difícil explicar el porqué de esta situación, máxime si tenemos en cuenta que las mujeres obtienen de media mejores notas que los hombres. La respuesta la encontramos en la diferente posición que mujeres y hombres ocupan en la sociedad: ellas son vistas como madres, esposas o hijas, es decir, como las principales cuidadoras de la familia, por lo que el empleo de las mujeres se considera secundario.

Tipo de contrato por sexo

Si analizamos el empleo según el tipo de contrato vemos que el porcentaje de mujeres que trabaja a tiempo parcial es 11,3 puntos porcentuales mayor que los hombres. En el contrato a tiempo completo el porcentaje es superior en los hombres en 7,6 puntos.

LEE:  Desigualdades de género y edad
Tipo de contrato por sexo
Elaboración propia a partir de datos del INE

 

 

 

Teniendo en cuenta el tipo de jornada vemos que el 76,5% de las personas tituladas trabaja a tiempo completo, siendo el porcentaje de hombres el 83,8% y el de las mujeres el 71,4%. Lo vemos en el siguiente gráfico.

Tipo de contrato por sexo
Elaboración propia a partir de datos del INE

Ya hemos analizado las consecuencias, siempre negativas, que tiene para las mujeres el trabajo a tiempo parcial y hemos visto que no eligen libremente esta modalidad de empleo, sino que se ven obligadas por las circunstancias.

Por lo que se refiere al tiempo que tardan en encontrar su primer empleo, los hombres tardaron menos que las mujeres, el 57,8% estaban ya trabajando mientras estudiaban o tardaron menos de tres meses en encontrar su primer empleo, frente al 51,4% de las mujeres. En el siguiente gráfico vemos el tiempo que tardaron en encontrar empleo mujeres y hombres.

Titulados universitarios entre hombres y mujeres
Datos del INE

 

 

De nuevo faltan argumentos que justifiquen esta desigualdad. Tras décadas en que la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres ha sido defendida por la mayoría de la población, cuando desde todas las instancias políticas, empresariales o sociales se defiende que la igualdad de género es una cuestión de justicia social, ¿cómo es posible que los datos sigan demostrando lo contrario? ¿Cómo es posible que la discriminación de género sea todavía una realidad en nuestra sociedad? Y lo que es más alarmante, ¿por qué no se toman medidas para impedirlo.

 

¿A qué se debe esta situación?

No podemos llamarnos a engaño, los roles y estereotipos de género siguen vigentes en la sociedad y condicionan la vida de las mujeres, mientras sigan desempeñando el papel de cuidadoras que la sociedad tradicionalmente les ha asignado, será difícil que se modifiquen los parámetros de desigualdad en el empleo. No importa si las mujeres están mejor formadas, si demuestran que son igual de profesionales que los hombres; la sociedad seguirá considerando que el trabajo remunerado de las mujeres es secundario, que su papel fundamental es ser buenas madres, esposas e hijas, es decir, seguirán siendo ciudadanas de segunda en un momento en el que se necesita del talento de todas y todos para solventar los problemas económicos que vivimos.

LEE:  El lenguaje como transmisor de desigualdades en el ámbito empresarial

Si de verdad queremos modificar esta situación y lograr la igualdad real, dejemos de ocultar la realidad y admitir que vivimos en una sociedad patriarcal que penaliza a las mujeres por razón de género.

 

Ángeles Briñón - colaboradora de igualdad en IMF 

Ángeles Briñón, experta en Igualdad

@angelesbrinon

 

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