Hace tiempo un profesor de economía nos puso un ejercicio para trabajar en grupo, sobre la importancia del trabajo en equipo. El texto era el siguiente:
En 2004 se celebró una carrera de remo entre empleados de una empresa japonesa y de otra española. Se dio la salida y los japoneses empezaron a destacar desde el primer momento, llegando a la meta con una hora de ventaja sobre el equipo español.
La dirección de la empresa española analizó las causas de tan amarga derrota y advirtió que el equipo japonés estaba compuesto por 10 remeros y un jefe de equipo, mientras que la tripulación española la componían 10 jefes de equipo y un remero, por lo que se decidió adoptar las medidas adecuadas.
En 2005, la tripulación japonesa llegó dos horas y media antes que la española. La Dirección se volvió a reunir y, tras un sonoro rapapolvo a la Gerencia, concluyeron que los japoneses habían repetido estrategia (10 remeros y 1 jefe de equipo) mientras que la innovadora tripulación española, remozada tras las eficaces medidas tomadas el año anterior estaba compuesta por: 1 jefe de equipo, 2 asesores a gerencia, 7 jefes de sección y 1 remero.
La conclusión de la Dirección fue unánime: el remero es un incompetente.
En 2006, tras encargar una innovadora trainera al departamento de nuevas tecnologías, la ventaja de los japoneses fue de cuatro horas. El equipo directivo reunido para analizar las causas del nuevo desastre comprobó que el equipo nipón había optado por la ya tradicional formación ( 1 jefe de equipo y 10 remeros), mientras que el español, tras una auditoría externa y el asesoramiento especial el departamento de organización, optó por una formación mucho más vanguardista: 1 jefe de equipo, 3 jefes de sección con plus de productividad, 2 auditores de Arthur Andersen y 4 vigilantes jurados que no quitaban ojo al único remero de la tripulación, al que habían amonestado y castigado quitándole los pluses e incentivos tras el fracaso del año anterior.
Tras varias horas de reuniones, se acordó que, para la regata de 2007, el remero sea un becario o en su defecto, una contrata externa, ya que, a partir de la vigésimo quinta milla, se ha venido observando cierta dejadez en el remero de plantilla, actitud que roza el pasotismo y con comentarios del tipo: “El año que viene va a remar su madre” al llegar a la línea de meta.
¿Os parece real?
Belen Arcones
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Es un tópico típico el recurrir al “Spain is different” y “Aquí somos así”, sin embargo, debemos reconocer que en ocasiones los tópicos han llegado a serlo con cierto fundamento detrás. Lo de “en España 3 miran y 1 trabaja” se cumple muchas veces con demasiada frecuencia, y también muchas veces es causado por otro tópico: esta tribu tiene mucho jefe y poco indio.
Las empresas deberían tender a aprovechar al máximo sus recursos humanos, encontrando verdaderos jefes de equipo que puedan dirigir grupos sacándoles el mejor rendimiento posible y no fomentar los grupos de jefes, puesto que eso dificulta tanto la implicación del trabajador que tiene que estar pendiente de todos ellos, como la correcta asimilación de las funciones que tiene que desempeñar.
La única culpa es de la directiva, que no supo contratar para la segunda regata a un equipo de remeros profesionales vascos, haciéndolos pasar por empleados de la planta séptima. Estos japoneses son muy metódicos y queriendo copiarles estamos perdiendo nuestra auténtica esencia, pues hacer trampa siempre se nos dió mejor, y ese es un punto fuerte a nuestro favor que no debemos desaprovechar.
Está bien este artículo
Comparto que bajo la frase “Spain is different”, tratamos de justificar y de dar explicaciones a lo que nos pasa, a lo que les pasa a las empresas de este país.
Pero a pesar de la gravedad de lo que se describe en este artículo, me parece también muy grave estas otras cuestiones que paso a cometar:
-Tenemos tan desbocado nuestro ego de españolito que somos incapaces de ver por donde avanzar a pesar de tener parte de la solución delante de nuestras propias narices. El equipo de remos de la calle contigua, nos está dando la solución.
-Somos incapaces de rectificar y de reconocer quien lo hace mejor, que no siempre son los otros, todo sea dicho.
-Y sin duda lo mas grave a mi juicio es la vieja aspiración del trabajador españolito de subir, de escalar en el escalafón de la empresa lo más arriba posible, y con esto ya creerse que teniendo un cargo, a veces un carguito, ya se es algo, y claro, en esa situación ¿como voy yo a remar? si soy el jefe de….
Esto aun se da entre nosotros, pues no es nada difícil oír en alguna conversaciones: “pues fulanito esta en tal sitio, y si, esta bien colocado, tiene un cargo de… no se … que cosa”. Esta claro, la cuestión no es que cargo se tiene, si no que efectivamente se tiene, y con eso ya es suficiente.
Este famoso ejemplo empresarial, o mejor dicho anti-empresarial, mucho tiene que ver con otros aspectos que aprovecho a meter, por ejemplo, con la escasa conciliación laboral que hay implantada en España, y explico que tiene que ver una cosa con la otra.
Cuando esta demostrado, que en los barcos de remos de las empresas de otros países, funciona esto de la conciliación laboral. ¿Por qué en España no se implanta como forma de organización y producción más efectiva? Lo estamos viendo en las remeras de las calles contiguas, ¡funciona!, ¡imitemos este gesto!
¿Tiene que ver todo esto con la escasa competitividad de las empresas españolas? algo tendra que ver, con tanto directivo no-remero de ego subido por las nubes, ¿como vamos a remar?
Pero claro, “Spain is different” y por lo tanto…, así seguiremos.
cualquier remero español gana a los japoneses en remo
Hay un problema, una trainera tiene un remo por remero, si solo rema 1 entonces el bote gira sobre si mismo (lento ya que solo uno ha de mover mucho peso). Dicho esto pues me parece poca la diferencia.