Cuatro millones de personas están realizando algún tipo de actividad laboral no declarada en España, según concluye un informe sobre la economía sumergida que aglutina datos de diversos estudios realizados al respecto elaborado por la Fundación de Estudios Financieros.
Ojo, no todos ellos son personas que figuran como desempleados en los registros oficiales y que han optado por algún motivo por sumergir su actividad. Es decir, que su regularización no tendría por qué reducir en cuatro millones de personas la larguísima lista de parados que arrastra España y que ha disparado la tasa de desempleo por encima del 27%.
Muchos de ellos son trabajadores que figuran como tal en los registros de la Seguridad Social, pero que están compatibilizando su trabajo regulado con actividades complementarias ocultas a los ojos del fisco o la Seguridad Social (contratos a tiempo parcial que encubren jornada superiores, retribuciones reflejadas de forma incompleta en las nóminas…).
La casuística del empleo irregular en España es, según el informe, bien amplia. Están, por supuesto, los asalariados o autónomos que desarrollando un actividad de forma regular en el tiempo no están dados de alta en la Seguridad Social, bien por decisión propia o bien por imposición del empleador con el que trabajan.
Pero también hay trabajadores dados de alta que no cotizan, personas con un empleo asalariado que, sin embargo, pagan la cotización reducida del Régimen de Autónomos, empleados con contrato a tiempo parcial que, en realidad, desempeñan un trabajo a jornada completa, trabajadores a tiempo completo o parcial que declaran una nómina sensiblemente inferior a la real porque la completan con una parte ‘en negro’ que no figura en su contrato e incluso perceptores de la prestación por desempleo que ‘complementan’ sus ingresos con un empleo en la economía sumergida.
La conclusión del informe es que si sumamos todas estas casuísticas, y probablemente algunas otras más sofisticadas, cuatro millones de trabajadores estarían de una forma u otra percibiendo ingresos de forma irregular o no controlada en España.
El informe asegura que si el foco se centrara únicamente en las personas sin actividad reconocida que, sin embargo, están trabajando de forma irregular el volumen del empleo sumergido se reduciría a 1,3 millones de personas.
Fuente: La información
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