La nutrición en la prevención de demencias y la enfermedad de alzheimer: mecanismos de acción

NARANJO SÁNCHEZ, María del Rocío (2020) Trabajo de Fin de Máster (TFM)

En las últimas décadas se ha producido un importante aumento de la esperanza de vida. Sin embargo, este no ha venido acompañado por un aumento proporcional de la calidad de vida, habiendo aumentado considerablemente la incidencia de demencia en la ultima etapa. Este aumento en la incidencia de enfermedades no transmisibles podría explicarse fundamentalmente por los cambios producidos en el estilo de vida de la sociedad actual. La vida en las ciudades y la deriva hacia un estilo de vida más sedentario, junto con la falta de tiempo para cocinar y la alta disponibilidad de alimentos ultraprocesados en el mercado han establecido una forma de vida mucho menos saludable, contribuyendo al deterioro cognitivo. En ausencia de un tratamiento efectivo para esta clase de patologías, cobra especial importancia la prevención a través del estilo de vida, siendo la dieta el factor más fácil de modificar. Las demencias son patologías complejas interrelacionadas con muchas otras enfermedades no transmisibles, como la obesidad, la diabetes o la hipertensión. Recientemente, está cobrando especial importancia la influencia sobre el deterioro cognitivo de factores como la composición de la microbiota y la regulación de mecanismos epigenéticos. En este trabajo se estudian estos factores de riesgo, su relación con el desarrollo de demencias y su prevención a través de la dieta, con el objetivo de determinar que patrones dietéticos serian también beneficiosos a la hora de prevenir los diferentes tipos de demencia. De la misma manera se analiza la influencia de la microbiota y los principales mecanismos epigenéticos sobre el deterioro cognitivo y su modulación a través de la alimentación. De este análisis se extraen determinadas pautas dietéticas que podrían disminuir el riesgo de desarrollar demencia. Como resultado, destacan los beneficios de un buen aporte de fibra, así como de moléculas antioxidantes como los polifenoles y ciertas vitaminas y minerales. Respecto a los macronutrientes, es importante reducir el consumo de carbohidratos simples, priorizando los complejos, así como dar preferencia a grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas ω-3 sobre ácidos grasos ω-6 y saturados. En base a esto, se debe dar prioridad a los alimentos de origen vegetal, siempre variados, combinando diferentes frutas, verduras, legumbres, frutos secos y semillas. Asimismo, dentro de los alimentos de origen animal conviene priorizar el pescado azul y el pollo, reduciendo al máximo el consumo de carnes rojas y procesadas. Por supuesto, la dieta debe basarse fundamentalmente en alimentos naturales o poco procesados, excluyendo en la medida de lo posible los alimentos ultra procesados, debido a su alto contenido en grasas saturadas y azucares refinados. Esta composición de la alimentación se asemeja a la de dietas como la mediterránea o la DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), que han demostrado su eficacia en la prevención de demencias en situaciones de alta adherencia. Además, de la combinación de ambas surge la dieta MIND (Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay), diseñada específicamente para la prevención de esta clase de patologías, que resulta efectiva con una adherencia menor que las dietas anteriores. De esta manera, resulta evidente la capacidad de la dieta y el estilo de vida para reducir el deterioro cognitivo con la edad, bien a través de la reducción de factores de riesgo o mediante la interacción directa con mecanismos implicados en el desarrollo de demencias. Es de esperar que el efecto beneficioso de una alta adherencia a estas dietas se vea incrementado si se combina con otras medidas preventivas, como son el ejercicio, tanto físico como mental, la actividad social, evitar el tabaco o dormir bien, lo que se deberá analizar en futuros estudios.
In recent decades there has been a significant increase in life expectancy. However, this has not been accompanied by a commensurate increase in quality of life, with the incidence of dementia rising considerably in latter stages. This increase in the incidence of non-communicable diseases could be explained mainly by changes in lifestyle in today´s society. Living in cities and the drift towards a more sedentary lifestyle, together with the lack of time for cooking and the high availability of ultraprocessed foods on the market have established a much less healthy way of life, contributing to cognitive decline. In the absence of effective treatment for this kind of pathology, prevention through lifestyle is particularly important, with diet being the easiest factor to modify. Dementias are complex pathologies interrelated with many other non-communicable diseases, such as obesity, diabetes or hypertension. Recently, the influence on cognitive impairment of factors such as the composition of the microbiota and the regulation of epigenetic mechanisms is becoming particularly important. In this work these risk factors are studied, their relationship with the development of dementias and their prevention through diet, with the aim of determining which dietary patterns would also be beneficial in preventing the different types of dementia. Similarly, the influence of the microbiota and the main epigenetic mechanisms on cognitive impairment and its modulation through diet are analysed. Certain dietary guidelines are drawn from this analysis which could reduce the risk of developing dementia. As a result, the benefits of a good supply of fibre, as well as antioxidant molecules such as polyphenols, certain minerals and vitamins, are highlighted. With regard to macronutrients, it is important to reduce the consumption of simple carbohydrates, prioritising complex ones, and to give preference to monounsaturated and polyunsaturated ω-3 fats over saturated and ω-6 fatty acids. Based on this, priority should be given to foods of vegetable origin, always varied, combining different fruits, vegetables, legumes, nuts and seeds. Likewise, within foods of animal origin, priority should be given to oily fish and chicken, reducing the consumption of red and processed meats as much as possible. Of course, the diet should be based primarily on natural or poorly processed foods, excluding as far as possible ultraprocessed foods, due to their high content of saturated fats and refined sugars. This composition of the diet is similar to that of diets such as the Mediterranean diet or DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), which have been n to be effective in preventing dementia in situations of high adherence. In addition, the combination of both diets has given rise to the MIND (Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay) diet, designed specifically for the prevention of this type of pathology, which is effective with lower adherence than previous diets. In this way, the ability of diet and lifestyle to reduce cognitive decline with age is evident, either through the reduction of risk factors or through direct interaction with mechanisms involved in the development of dementias. It is expected that the beneficial effect of high adherence to these diets will be increased if combined with other preventive measures, such as exercise, both physical and mental, avoiding smoking, good sleeping or social activity, which should be analysed in future studies.
  • Tipo de documento: Trabajo de Fin de Máster (TFM)
  • Directores: Agustina Sánchez
  • Tipo de autorizacion: Acceso abierto
  • Título obtenido: Master Nutrición y Dietética (online) | IMF Formación
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