Hace más de un año (1 de enero de 2017) que Francia introdujo en su reforma laboral el derecho a la “desconexión digital” del trabajador con su empresa una vez finalizada la jornada laboral. Desde entonces, en España, ha habido acercamientos en convenios colectivos pero que no han alcanzado a una regulación laboral específica.
Factores estresores del mercado laboral
Que el actual mercado laboral trae consigo una serie de estresores por el alto ritmo de trabajo, la alta competitividad y, sobre todo, el miedo a perder el trabajo que obliga al empleado a, si es necesario, prolongar (gratuitamente) su jornada laboral sin queja alguna, puede que, a muchos lectores no sorprenda lo más mínimo.
Muchos autores, desde la psicología del trabajo y de las organizaciones, señalan que realmente no es el trabajo en sí (monótono, sin autonomía, sin flexibilidad, etc.) sin más, lo que causa el estrés laboral, sino más bien, la personalidad del trabajador.
No es el estrés en sí mismo, sino cómo las personas lo afrontan, lo que afecta a la salud y al bienestar” Folkman, Lazarus y col. (1987).
Trabajador con trastorno anancástico, con personalidad tipo A, acostumbrado a trabajar al 100%, a buscar la perfección en todo lo que hace y a no sentirse satisfecho, es más propenso quizás, que otros, a padecer lo que se conoce como el síndrome del trabajador “quemado” o desgastado emocionalmente (anglicismo burnout).
A modo de ejemplo, basta con recordar el caso de la actora de la Sentencia del TSJ de Andalucía de 1 de junio de 2017 (Rec. 1607/2016) que reconoció accidente de trabajo, más en concreto, la incapacidad permanente total (IPT) tras un trastorno depresivo recurrente de larga duración derivado de una relación laboral conflictiva.
La importancia del diseño del trabajo
Pese a todo ello, si los empleadores consiguen diseñar los puestos de trabajo alejados de situaciones estresantes, organizando los tiempos de trabajo, dando descansos, pausas, flexibilizando, en definitiva, la jornada laboral, se habrá dado un paso importante para conseguir el menor atisbo de carga mental a los trabajadores.
En este contexto, desde Francia, por mediación de la Loi 2016-1088, de 8 de agosto de 2016, conocida como Loi Travail o Loi El Khomri, se regula, entre otras numerosas novedades, la incorporación de medidas de adaptación del mercado laboral al entorno digital y, entre ellas, tal y como reza la presente entrada, el denominado Derecho a la desconexión (Droit à la déconnexion).
Eco de esta regulación, ha habido en nuestro país, casos, como el sucedido en la empresa AXA por el que, en su convenio, firmado a fecha de 21 de julio de 2017 se reconoce el derecho a la “desconexión digital” (art. 14)
La desconexión digital es un derecho
Art. 14 Derecho a la desconexión digital.
Los cambios tecnológicos producidos en las últimas décadas han provocado modificaciones estructurales en el ámbito de las relaciones laborales. Es innegable que hoy en día el fenómeno de la “interconectividad digital” está incidiendo en las formas de ejecución del trabajo mudando los escenarios de desenvolvimiento de las ocupaciones laborales hacia entornos externos a las clásicas unidades productivas: empresas, centros y puestos de trabajo.
En este contexto, el lugar de la prestación laboral y el tiempo de trabajo, como típicos elementos configuradores del marco en el que se desempeña la actividad laboral, están diluyéndose en favor de una realidad más compleja en la que impera la conectividad permanente afectando, sin duda, al ámbito personal y familiar de los trabajadores.
Es por ello que, las partes firmantes de este Convenio coinciden en la necesidad de impulsar el derecho a la desconexión digital una vez finalizada la jornada laboral. Consecuentemente, salvo causa de fuerza mayor o circunstancias excepcionales, AXA reconoce el derecho de los trabajadores a no responder a los mails o mensajes profesionales fuera de su horario de trabajo.
Siguiendo la estela de AXA, a nivel europeo, también la automovilística Porsche (Alemania), protege a sus empleados de correos electrónicos ‘fuera de hora’, con el fin de que los mensajes no mermen la utopía de la desconexión digital. De tal forma que sus empleados no tienen por qué recibir correos electrónicos fuera del horario laboral de lunes a viernes y tampoco los fines de semana.
Ejemplos que no hacen más que justificar la relevancia que el tiempo y su gestión tiene a nivel de empresas y de rendimiento. Aparte de que el empresario cumpla y respete los tiempos de trabajo y descansos mínimos consagrados en la normativa laboral (arts. 34-38, Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores), no cabe duda que medidas como las de AXA y Porsche y la normativa francesa pueden resultar de estímulo a nuestro legislador y conseguir mejoras en la ordenación del tiempo de trabajo.
No cabe duda que un trabajador descansado es un trabajador más productivo y menos propenso a coger bajas laborales (evitará sobrecargarse en el trabajo y evitará padecer burnout) por lo que, los empresarios, deben tomar buena nota de lo aquí señalado e intentar adoptar medidas como puede ser la “desconexión digital” para que el trabajador una vez acabe su jornada, pueda descansar mentalmente y disfrutar de los suyos, practicar deporte, etc.
Francisco Trujillo Pons, Profesor del Máster en Dirección de Recursos Humanos de Cela Open Institute.
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